martes, 29 de noviembre de 2011

Loca Novelife - Elvira Rebollo

Eugenia es una profesora de español treintañera que, como buena profesora de ELE, se pasa media vida de aquí para allá dando clases: Singapur, Francia, Estados Unidos... en cada ubicación tendrá sus pequeñas historias, su día a día, sus pequeñas porciones de amor, de frustración, de soledad. Y todo eso lo volcará en una novela, que es la que tenemos entre las manos. Porque a Elvira le han aceptado en un Máster de Creación Literaria en Nueva York. Tras un primer cuento fallido que su profesor destroza sin contemplaciones, la anima a escribir sus experiencias como profesora. Así, Eugenia va encadenando pequeños acontecimientos que suman un todo, una experiencia.

Por todo lo dicho anteriormente, estamos ante una novela que tiene todos los ingredientes postmodernistas: narración no lineal, estructura fragmentaria, metaliteratura, el narrador es un trasunto del autor (aunque aquí aparece con otro nombre), etc.

Quizás su mayor baza es su falta de pretensiones. La novela es entretenida y se lee de manera ágil. En ocasiones es divertida, pero a veces lo intenta sin conseguirlo, con lo que se nota más el fallo.

En cuanto al estilo, intentando ser natural, con diálogos comunes, peca a veces de artificial, precisamente por querer darle ese aire de espontaneidad. Desde mi punto de vista la novela a veces cojea porque intentando ser "real", pierde verosimilitud.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Pasadizos - Juan Herrezuelo

La verdad es que no conocía a este autor palentino, aunque residente en Almería desde los doce años, y no ha sido hasta entrar en la lista de los diez finalistas del Premio Setenil de 2011, cuando lo "he conocido". Es curioso porque uno, que cada vez va teniendo más lecturas y, por qué no, algo más de conocimiento, de los finalistas de este año apenas conoce a cinco. De los cuales, solo ha leído varias obras de dos de ellos. Esto, no obstante, me parece perfecto, una nueva oportunidad de conocer a más autores, siempre y cuando tengan algo que contarme, claro.

Pasadizos, es el tercer libro de Juan Herrezuelo, tras un libro de cuentos Desde el lugar donde me oculto, y una novela, El veneno de la fatiga.

El libro está compuesto por nueve cuentos, donde a la manera cortazariana, introduce un elemento fantástico en la realidad cotidiana, como el campo de batalla que se despliega en un tablero de ajedrez en Plano secuencia; otras veces, utiliza planteamientos más unamunianos, como en el caso de Los pasadizos de la ficción, para mí el mejor cuento, donde un escritor se mete en su propia novela para buscar a un personaje escapado. Pero también contamos con relatos festivos, como Trópicos urbanos, donde ocurre un divertido episodio con un loro; o de tipo social, como lo es para mí, Volver a ser, sobre la soledad e "invisibilidad" de las personas mayores. Sobre todo por lo que se dice en las últimas frases de este cuento.


Los malos actos, es otro cuento a destacar, en el que un autor teatral compone una obra autobiográfica enmascarando aquellos pasajes de su vida que no quiere que vean la luz. Sin embargo, el actor que representa el papel protagonista consigue, mediante improvisaciones y retoques de guión, dar a conocer precisamente lo que el autor quería ocultar.

En definitiva, un buen descubrimiento, con nueve relatos bastante bien solventados, donde destacan un par de piezas.

Publicado el 18 de diciembre de 2011 en Culturamas

sábado, 26 de noviembre de 2011

Mi gran novela sobre La Vaguada - Fernando San Basilio

La famosa frase de John Lennon de: "La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes", podría aplicarse a esta novela de Fernando San Basilio. Así, Mi gran novela sobre La Vaguada es aquella que se va construyendo mientras que el narrador habla de ella y toma notas para escribirla en el futuro.


Porque el protagonista de esta novela es un aspirante a escritor que tiene una idea: construir alrededor del centro comercial de La Vaguada un microcosmo que refleje el mundo. Ese es su gran proyecto. Pero claro, tiene que trabajar para poder comer, tiene que relacionarse y tener vida social. Y también algo de amor, porque: "En el principio de muchas cosas estaba el amor". Con estas palabras empieza la novela.


San Basilio construye una novela del día a día en la ciudad de Madrid. La realidad es tan absurda que no hace falta mostrar situaciones extremas para sentir extrañamiento. Lo cotidiano ya es bastante grotesco e irreal. Como ejemplo, los trabajos con los que mal vive el protagonista, desde empaquetando golosinas hasta acompañante de viaje de un grupo de norteamericanos por España, pasando por el mejor de todos, escritor para dos supuestos emprendedores, cuya misión, la del protagonista, es contar la historia de estos dos sujetos "hechos a sí mismos". Además de los trabajos, las entrevistas que hace para corrector de un periódico, guionista del canal cocina, traductor de traductores mexicanos. Amén del curso del INEM sobre recursos humanos.  Yo la verdad es que me he sentido plenamente identificado con este ir y venir de puesto en puesto, a cual más absurdo. Además su crítica me parece más contundente y con mayor fuerza, quizás por su aparente calma, que la fábula de Isaac Rosa en La mano invisible.


Además, con cada nuevo trabajo, o amago de, el protagonista lo ve como una oportunidad para convertirse en el gran escritor que quiere ser, para ver la realidad que va a plasmar en su futura novela desde distintos puntos de vista.


También hay una crítica a esos barrios tan modernos de Madrid, donde parece que se respira arte allá por donde andes, que en cada cafetería hay cuatro o cinco escritores componiendo su gran obra, hay intercambios de ideas y sabiduría entre café y café. Pero, de algún modo, el protagonista también pertenece a ese grupo de futuros grandes genios que no acaban de escribir la obra que les hará ser inmortales porque la vida real les supera; vamos, que tienen que pagar facturas. Es aquello de que tienes que desconfiar de un escritor que te dice: "se me ha ocurrido una idea para un libro. Mañana me pongo con ella". Pues eso.


Lo mejor es el estilo, tan natural y aparentemente escrito casi a vuelapluma, tan ligero y ágil, que a buen seguro tiene un gran trabajo detrás. 

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Diarios (segundo volumen 2004-2007) - Iñaki Uriarte

Segunda entrega de los diarios de este autor semidesconocido más allá del País Vasco. Si bien es cierto que gracias al Premio Euskadi de Ensayo y al Tigre Juan se ha dado a conocer a un grupo más elevado de lectores, no es menos cierto que pocas librerías se han hecho eco de la noticia llevando algún tipo de iniciativa para hacer más visible el libro. Por contra, he llegado a ver un escaparate entero dedicado al Tigre Juan del 2011, esto es, a Óscar Esquivias y sus Pampanitos verdes, y el primer volumen de los diarios de Uriarte. Así que, tampoco nos podemos poner pesimistas. Pero sí que es una pena que este libro no llegue a más lectores.

Porque esta segunda parte sigue la misma tónica que la primera, esto es, nos encontramos frente a un autor que reflexiona con mucha ironía, pero también con mucho sentido común, sobre política, trabajo, familia o amistad. Que relee constantemente a Montaigne y a los clásicos y que adora a su gato Borges, al que considera bastante más humano que muchas personas.

Es curioso pero al leer a este autor tengo la sensación de estar leyendo a un clásico; si no fuera por las referencias a acontecimientos actuales, parecería que Uriarte es un personaje de finales del XIX y principios del XX. Además es de esos libros agradecidos que abres por la mañana, lees un par de párrafos al azar, y ya tienes para darle vueltas a la idea en tu cabeza durante el resto del día.

martes, 22 de noviembre de 2011

El santo del monte Koya y otros relatos - Izumi Kyoka

Satori ediciones es una editorial ubicada en Gijón que se dedica en exclusiva a la cultura japonesa. Tiene varias colecciones, aunque la que a mí más me interesa es Maestros de la literatura japonesa. Echad un ojo a su web tranquilamente.


Como toda editorial independiente que ha ido surgiendo en los últimos años, Satori cuida mucho la edición. No hay más que echar un vistazo a la imagen que ilustra el libro que nos ocupa. Además, el tacto de la sobrecubierta me recuerda mucho al de Impedimenta, editorial cuyos libros son auténticas pequeñas obras de arte.


Los cuatro relatos que componen este libro no se habían traducido hasta la fecha al castellano mientras que, en otros puntos geográficos, Izumi goza de cierto prestigio. Sin ir más lejos, en su país natal está considerado un autor de culto.

Al menos un par de cosas tienen en común estos cuentos y son el papel protagonista de la mujer y el amor. El amor romántico como exaltación máxima de la belleza incluso más allá de la vida. No obstante, Kyoka era un romántico. Con lo cual, la atmósfera, el ambiente, o la descripción de los espacios, juegan un papel de vital importancia. Actúa casi como un personaje más. Aún recuerdo con escalofríos la descripción del hombre que atraviesa el bosque, donde no se cuela un rayo de sol, mientras las sanguijuelas le atacan, en el cuento que da título a la recopilación.

Un par de relatos, El santo del monte Koya y Un día de primavera, están construidos con un fuerte componente de oralidad: historias dentro de las historias que unos personajes cuentan a otros. Además, en ambos casos también, las protagonistas son dos mujeres misteriosas y atrayentes que crean un ambiente inquietante en la narración.

Por contra, en El quirófano y en La mujer carmesí, las protagonistas femeninas son antiguos amores de los personajes masculinos. La única manera de poder seguir amándose es acabar con sus vidas.

Por último, señalar la gran introducción de Carlos Rubio que recomiendo leer después de haber leído los cuentos, ya que habla de ellos, y cuanto más inocentes se llegue al texto en primera instancia, mejor.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Tristessa - Jack Kerouac

Tras Satori en París y Pic, la editorial madrileña Escalera vuelve a rescatar otro título del "Jazz poet" Jack Kerouac, miembro destacado de la generación Beat.


En esta ocasión la acción transcurre en el México decadente de prostitución y drogas, donde Kerouac escribió algunas de sus obras. El escritor se ha enamorado de la prostituta adicta a la morfina Tristessa (nombre ficticio de Esperanza). Podríamos tildar su amor por la joven Tristessa como cándido, platónico, idealizado. Dentro de toda la miseria que rodea sus vidas, Kerouac saca a relucir la belleza que se esconde incluso en un cuerpo consumido por la adicción. Valga como ejemplo el siguiente pasaje de lo que es la tónica general del libro:


"Puedo imaginarme ahora con Tristessa en nuestro lecho nupcial entre perros y gatos y canarios y pulgas bajo la manta que cubre nuestra desnudez, hombro con hombro (bajo la mirada benefactora de la Paloma), ella inyectándome a mí o yo mismo metiéndome un chute de veneno multicolor directo a las carnes de mi brazo y de ahí a todo mi organismo que lo recibe clamoroso."


Porque estamos hablando de una novela poética, de una belleza siniestra, pero belleza al fin y al cabo.


En ese sentido, las ilustraciones de Dani Orviz, que además nos regala un póster a modo de mural, se ensambla a la perfección con el tono de Kerouac.

jueves, 17 de noviembre de 2011

El muñeco - Daphne Du Maurier

Llega el nuevo sello de la editorial Nevsky Prospects, Fábulas de Albión, cuyo propósito, como ellos mismos indican en su página es: "revelar las esquinas ocultas, desconocidas y oscuras de la literatura anglosajona". Por lo pronto, tienen pendiente la traducción de las obras de Michael McDowell, guionista de Beetlejuice o Nightmare Before Christmas. Pero antes debutan con este primer libro, obra de Daphne Du Maurier, autora de la novela Rebeca y del relato que posteriormente también adaptaría Hitchcock en Los pájaros. 


Trece son los cuentos que comprenden la presente antología, algunos de ellos inéditos en español hasta ahora. La mayoría de los personajes de la obra parecen sacados de un frenopático; leemos los cuentos sintiendo como los protagonistas arrastran algún tipo de tara mental. La madre que arremete contra su hija en Gato doméstico; la mujer manipuladora y con cierto aire de superioridad en Lapa; o el reverendo que incita al suicidio en Y ahora a Dios nuestro Padre. En otros cuentos, es la naturaleza la causante del comportamiento de los personajes, como en Viento del este. Otros, en cambio, tienen un componente fantasmagórico como es el caso de El valle Feliz; o el que da título al libro, El muñeco, el mejor cuento de la antología y el más perturbador de todos ellos.


Hay un pero, que no puedo dejar de mencionar, y es la descuidada revisión ortotipográfica. Me da rabia porque normalmente las editoriales pequeñas e independientes cuidan mucho de este aspecto. Es cierto que el diseño está cuidado, la portada, el tipo de papel, tamaño y forma de las letras. Sin embargo, si nos ceñimos solo al texto, hay no pocos errores. No solo de los más típicos como laismo/leismo, o alguna tilde de menos. Además, hay no pocas líneas que no están separadas por espacio, fruto supongo del párrafo justificado; en ocasiones falta alguna letra o preposición o se duplican un grupo de palabras.


No obstante, es un error a corregir, que si se produce de manera aislada no tiene la menor importancia. Confiemos en que así sea.

martes, 15 de noviembre de 2011

Siameses - Gonzalo Calcedo

La editorial zaragozana Tropo reedita, para regocijo de los amantes del género breve, estos dos libros de Gonzalo Calcedo, a saber: Otras geografías, premio NH en 1996; y Liturgia de los ahogados, Premio Alfonso Grosso en 1997. Ambos, sobre todo el segundo, no son fáciles de encontrar, por no decir imposible. Si además a ello se suma una cuidada edición, en la colección segundo asalto, dos prólogos de otros tantos dominadores de las distancias cortas como son Carlos Castán y Juan Bonilla, y como colofón una nota del propio autor, nos encontramos ante un libro cuanto menos imprescindible.

Los relatos que contienen este libro, diecinueve para ser más precisos, están emparentados con la mejor cuentística americana y esta es, en especial dos nombres, John Cheever y Raymond Carver. Pero también Salinger, Tobias Wolff o Richard Ford.  Las historias, mínimas en cuanto a trama, nos sitúan en el día a día de una pareja, de una familia o de un vecino, en la mayoría de los casos. Y aparentemente, no ocurre nada. Son vidas monótonas. Sigues leyendo y llegas, sin darte cuenta, al final del relato. Entonces te preguntas cómo ha sido capaz Calcedo de dejarte ese mal estar si crees que no te ha contado nada especial. Esa es la esencia de estos relatos y, prácticamente, de toda su poética.

Porque Gonzalo Calcedo construye atmósferas; con unas pequeñas pinceladas consigue crear un ambiente inquietante, lleno de personajes solitarios rodeados de gente, en una calma desasosegante, en una tensa espera, claustrofóbica, del que sabe que todo va a estallar en algún momento, aunque sea más allá del relato.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Lulu - Mircea Cartarescu

Dice Carlos Pardo en la introducción: "Lulu es una experiencia límite". Y tiene toda la razón. Vaya eso por delante. Pero, además, no es una lectura fácil. Ni mucho menos cómoda. Y puede que precisamente por eso la novela tenga tanta fuerza.

Desde el principio avanzamos a tientas, dejándonos arrastrar por las imágenes que va describiendo Cartarescu. Imágenes oníricas, poéticas, con tintes expresionistas. Por sus páginas aparecen una araña gigante, retretes infectos o fluidos viscosos. No sabemos muy bien dónde nos lleva el narrador en su descenso a los infiernos particular. Pero tampoco nos importa. Seguimos leyendo, nos vamos dejando atrapar por la tela de araña y finalmente nos encontramos, todo cobra sentido.

Victor, narrador y narratario de esta novela, tiene treinta y cuatro años. Es un escritor de cierto prestigio y se encuentra encerrado en una casa por voluntad propia, escribiendo sin parar, intentando averiguar por qué, con diecisiete años, en un campamento juvenil, se sintió tan perturbado con la aparición de Lulu, un compañero travestido. Lleva la mitad de su vida preguntándose la razón y ha decidido escribir sobre ello.

La editorial Impedimenta anuncia en la biografía del autor que van a publicar los dos libros de relatos escritos por este autor rumano: Nostalgia donde se recoge el cuento El ruletista, ya publicado por la editorial, y La bella extranjera. Además, señala Pardo en la introducción que también está pendiente la traducción de la trilogía Orbitor, según parece una obra bastante complicada (recordemos que la traducción de la primera parte ya está publicada por Funambulista). Esperaremos impacientemente.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Acantilados de Howth - David Pérez Vega

La generación que nació en los años 70 en España (y los primeros 80, como en mi caso) es aquella a la que le dijeron que lo mejor era estudiar, labrarse un futuro, una carrera nos daría estabilidad económica. La idea era más o menos así: hacías una carrera (desde hace unos años, además tienes que hacer un máster); con el título bajo el brazo ibas echando currículums y poco a poco ibas sentando la cabeza: conocías a alguien, empezabas a salir, te comprabas un piso. Pero, claro, nadie nos dijo que el piso, que está en una ciudad dormitorio, lo pagaríamos en 35 años. Tampoco nos dijeron que, bueno, a lo mejor si que conseguíamos trabajo, pero que ganar dinero ya es otra cosa, que para eso tienes que echar horas y horas, y eso, como es obvio, merma la relación en pareja, a la que en realidad ves más bien poco.

La primera novela de David Pérez Vega habla de esto, pero no solo. Ricardo, poseedor de dos títulos universitarios, trabaja como contable para una gran empresa en un centro financiero alejado de su casa. Lleva un año casado con Isabel, pero las cosas no van bien, muy posiblemente esté a punto de poner fin a su matrimonio.

La novela está construida a base de flashbacks donde Ricardo rememora sus años estudiantiles y su posterior viaje a Dublín. Tras acabar la carrera de ADE, y viendo que aún es muy joven para pasar a la vida adulta de trabajo con "traje", decide estudiar Ciencias Económicas. Su idea es hacerla en un año y luego, ya sí, ser un miembro más de la sociedad activa. Sin embargo, finalmente tiene que acabar en dos años. En un fin de semana de este segundo año, recién terminada su segunda licenciatura, va a Segovia a recoger un accésit en un concurso de poesía y es, en ese momento, cuando Ricardo sufre una pequeña epifanía, a mi juicio, que le lleva a plantarse en Dublín cuatro meses después. El protagonista conoce a un poeta salmantino que a pesar de su licenciatura en historia no ha trabajado en nada relacionado con eso. Vive de concursos literarios, viaja y lee. De alguna manera Ricardo se libera de la responsabilidad que nos atenaza una vez que acabamos la carrera, ese salto hacia la incertidumbre. Por su cabeza ya rondaba irse a Irlanda a mejorar su inglés, pero es a raíz de conocer al poeta salmantino cuando se decide finalmente. Y es en Dublín donde con más insistencia se detiene la memoria de Ricardo. El resto, tienen que leerlo.

A simple vista puede tratarse de una novela pesimista, donde el tiempo pasado es siempre mejor. Así, Ricardo rememora su estancia en Irlanda como los años más felices de su vida. Sin embargo, esto es algo que hacemos todos, él mismo reconoce que ha idealizado la situación y, al estar pasando por una mala época, es normal que se refugie en ese pasado aparentemente idílico. A mi entender la tesis de la novela es el poder de la literatura, al menos por un par de razones. La primera por la cantidad de referencias literarias que van apareciendo a lo largo del libro. La segunda es la condición del protagonista de, si no escritor, persona que escribe. Hace años escribió casi sin querer un poemario cuando peor lo estaba pasando: le había dejado su novia y había empleado un año más del que tenía pensado en acabar su segunda licenciatura. Ahora, Ricardo está escribiendo toda esta historia para exorcizar sus demonios y, es más, el final de la novela deja ver que, muy probablemente, esté armando otro libro de poesía.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Tangram - Juan Carlos Márquez

A diferencia del puzzle, las piezas del tangram funcionan por sí solas. Así, las siete piezas que lo componen son figuras geométricas. Un cuadrado, un paralelogramo, y cinco triángulos. En una novela-puzzle (suponiendo que exista el término, y si no queda bautizado in Nomine Patris...) cada pieza de ese rompecabezas solo tiene sentido en unión con el resto de piezas. La pieza, por sí sola, no tiene demasiado sentido.

En un tangram, en cambio, la pieza, como ya he dicho, es una figura geométrica, por lo que es perfectamente válida fuera del tangram.

Con esta primera novela de Juan Carlos Márquez ocurre igual. Las siete piezas que componen el libro tienen su propia autonomía y funcionan como relato de manera aislada ¿Estamos hablando entonces de un libro de cuentos? A mi entender no, puesto que, al leer los siete capítulos se produce una sinergia, aquello de que el conjunto es superior a la suma de las partes de manera individual. Así pues, Tangram es una novela. Y aunque fueran cuentos, que digo yo que eso es lo de menos. Que hablamos de literatura no de terminología.

También al igual que el tangram, donde se pueden construir diferentes figuras según como combinemos cada una de las piezas, la novela tiene la peculiaridad de leerse en el orden que se quiera. Si bien es cierto que las diferentes lecturas no va a dar como resultado diferentes novelas, sí que las matiza. De esta manera, creo que el thriller que supone Tangram sería mucho más velado si leyéramos los capítulos en otro orden porque, aunque insisto en que sí que creo que es factible poder hacerlo, no deja de ser menos cierto que la novela es circular: donde en el primer capítulo hay un secuestro, en el último se explica el porqué de ese rapto.

Los siete capítulos están escritos en primera persona aunque esta persona cambia en cada capítulo. Así las voces que alimentan la novela son variadas; tenemos al narrador algo cínico de El síndrome de Reikiavik; el lenguaraz monólogo de Gemelas; o la voz de la niña en Crotone.

Nos encontramos, pues, felizmente, con un libro de gran inventiva y poderosa agudeza.

martes, 8 de noviembre de 2011

Piercing - Ryu Murakami

El matrimonio formado por Kawashima y Yoko es uno más de los tantos matrimonios que existen. Acaban de tener una niña, Rie, y en el trabajo les va bien. Aparentemente es un matrimonio normal. Aparentemente. Porque desde hace dos semanas Kawashima observa dormir al bebé mientras con la mano derecha empuña un punzón. Siente deseos clavárselo a la niña, pero no puede hacerlo. Es su hija.

Kawashima oye una voz en su interior que le dice que para redimirse debe matar a alguien. Solo así superará los deseos de matar a su hija. Lo prepara todo para asesinar a una prostituta, Chiaki. Pronto se dará cuenta de que ella también padece un tipo de trastorno.

Tanto Kawashima como Chiaki sufrieron abusos durante su infancia. Él era brutalmente maltratado por parte de su madre, ya que le recordaba a su marido, al que odiaba. Ella, por su parte, era violada por su propio padre. Aquellos dos niños no han podido crecer sanos; han ido acumulando una serie de taras tales como escuchar voces, usar la violencia o autoinfligirse castigos.

La novela de Murakami es minimalista en el sentido de que se desprende de todo lo innecesario: solo se centra en ambos personajes, en sus mentes laberínticas, oscuras e impuras, de donde salen todas sus perversas acciones. Es una obra tremendamente adictiva que se lee en una tarde con el corazón en un puño.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Fotos tuyas cuando empiezas a envejecer - Maximiliano Barrientos

Melancolía es la primera palabra que me viene a la cabeza para hablar de este libro. Otra es nostalgia. No solo nostalgia del tiempo pasado, sino también nostalgia de lo que podía haber sucedido. La última palabra es pérdida.

Los protagonistas de estos cinco relatos han crecido. Acaban de dejar la adolescencia para pasar a la primera juventud. Y no les gusta. Hacen suya la máxima de "cualquier tiempo pasado parece mejor". Se plantean preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez: ¿qué fue de nuestros sueños e ilusiones de juventud?; ¿qué estará haciendo ahora aquel primer amor?; ¿qué ha sido de ese chico que se creía invencible, intocable, inmortal, ese chico que eras tú no hace tanto?

Las fotos, como la memoria, son recuerdos de otro tiempo, pequeños flashes. Así, Barrientos construye estas cinco historias a base de pequeños fragmentos llenos de potentes imágenes y frases cortas. El narrador actúa como un demiurgo y aventura el futuro que les espera a cada personaje.

Fotos tuyas cuando empiezas a envejecer es un libro desasosegante, no lo vamos a negar. Las historias te cogen con fuerza desde la primera frase e impiden que te separes de ellas mucho después de haber concluido su lectura. ¿No es acaso eso lo que pedimos a la buena literatura?

viernes, 4 de noviembre de 2011

El mundo de los Cabezas Vacías - Pedro Ugarte

Tienen estos doce relatos a un mismo narrador en primera persona, Jorge. Bueno, en realidad, son once, en Estación en la tierra el narrador protagonista es un marciano. Pero en el resto, es Jorge. Aunque este Jorge no siempre es el mismo. A veces es un hombre mayor y solitario que solo mantiene un mínimo contacto con la vecina (Una comedia romántica). Otras veces, es un hombre que descubre que no es bueno ser siempre sincero (El olor de la verdad). O puede ser un joven que no sabe ni cambiar la rueda del coche (El invento de la rueda).

Lo que tienen en común estos narradores es la mirada atenta de los hechos cotidianos en el mundo laboral, sentimental, y familiar, principalmente. Y esa mirada, atravesada por un prisma irónico y afilado, llega donde otras miradas no llegan, esto es, al borde casi del esperpento.

Así, por ejemplo, asistimos a las cenas de navidad que Jorge celebra con sus excompañeros, incluso después de que ya no quede en la fábrica ningún conocido (Amigos para siempre); Paseamos de la mano de dos culturetas de provincias autocomplacientes (Habitantes del limbo); o presenciamos, con los ojos como platos, cómo las mujeres de la vida de Jorge, su madre y su novia, visten al muchacho en cada ocasión (Azul marino o gris marengo).

Y mientras que leemos estos cuentos nos vamos avergonzando poco a poco, encogiéndonos en la silla, porque nos damos cuenta de que también pertenecemos a esa secta de los Cabezas Vacías.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Trenes rigurosamente vigilado - Bohumil Hrabal

En una pequeña estación de un pueblo checo conviven una serie de personajes esperpénticos, a saber: un jefe de estación que aspira a un título nobiliario pero que se pasa las horas de trabajo en un palomar con un uniforme lleno de cagadas de paloma;  un factor que estampa, un buen día, todos los sellos de la empresa en el culo de la telegrafista; la propia telegrafista, que no sabe muy bien las consecuencias que puede traer esto; y el narrador, un joven aprendiz ingenuo cuya propia virilidad pone en duda debido a un episodio desagradable con una chica.

Y fuera se está llevando a cabo la II Guerra Mundial.

Como hilo de unión entre estos dos mundos tan dispares, las vías de tren. Es cuando llegan los vagones cuando descubrimos el horror de la guerra: animales putrefactos, enfermos, soldados de las SS.

Bohumil Hrabal construye una novela cargada de humor negro y episodios desternillantes, como el del bisabuelo, herido de la I Guerra Mundial que vive con un sueldo que le otorga el Estado y que el se lo gasta en una botella de alcohol y cigarros diariamente; con las mismas, se va a reírse de los trabajadores por lo que recibe palizas cada cierto tiempo. Otro episodio divertido es el del abuelo del protagonista, hipnotizador que se plantó delante de los tanques alemanes para, con el poder de su mente, intentar detenerlos. Estos episodios, cercanos al absurdo, recuerdan en mayor o menor medida a Kafka. También se le compara con Hasek, el autor de Las aventuras del buen soldado Svejk.

Como contraste, vemos los estragos de la invasión nazi: explosiones, pasajeros que no llegan a su destino, paisajes desolados.

Esta aparente dicotomía casa muy bien debido al punto de vista del narrador, el aprendiz de factor cuya mirada candorosa consigue que el horror nos parezca aún mayor.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Doppelgänger - VVAA

Doppelgänger es una voz alemana que se utiliza para designar al doble de una persona. Mucho se ha escrito en literatura sobre la figura del doble (los editores de este libro hacen un recorrido sumario apuntando algunos ejemplos en la introducción por lo que no voy a volver a repetir lo que allí se dice). Pero también en cine, pintura y, prácticamente, en cualquier arte, así como en otras disciplinas como la psicología o la sociología el doble se ha manifestado de una u otra forma. Y eso es lo que ocurre en esta colección de relatos donde ocho autores, que son diez,  plasman su particular visión sobre el "otro".

Y digo que son diez porque aparte de ocho cuentos, tenemos un bonus track en forma de cómic de la mano de Álvaro Ortiz, y la ilustración de la portada (más el Doppelgänger recortable) corre a cargo de la ilustradora Arantxa Recio.

Por el libro pululan, pues, diferentes dobles entre los que destacan Koen de Knoop, que tiene el mismo nombre que su hermano fallecido. El cuento, que se titula El nudo de Koen y lo firma Sergi Bellver, tiene un gran final. En Doctor X, Juan Carlos Márquez rinde homenaje a la película de culto Invasion of the body snatchers. La espina de pescado, de Francisco Nixon, es también un gran cuento, aunque con algo de trampa ya que utiliza el doble de manera metaliteraria, aunque es otra forma totalmente válida de abordarlo.

Completan la colección la escritura alienada de el/los protagonistas de Prólogo a centauros extirpados de Rubén Martín Giráldez; el niño que se inventa a un amigo invisible en Interferencias de Brian McCabe; el muy interesante juego de personajes-personas de Javier Moreno en Una idea moderna; El doble como elemento de un yo reconstruido en Quartet, el relato de Miguel Ángel Ortiz Albero; y el relato circular de los gemelos de Media res de Miguel Serrano Larraz.